La parroquia de San Andrés es el enclave histórico de mayor raigambre de Eibar
Nos encontramos ante el lugar de culto religioso más importante de la Ciudad y junto con el Ayuntamiento su edificio más emblemático. La parroquia de San Andrés es un edificio del siglo XVI y su entorno quedó muy afectado tras la guerra en calles del antiguo trazado medieval como Hospital kalea, Arraindi Kale, Piper Kale, Barrenkale, Zuloagatarren Kale, Bidebarrieta, Txirio Kale o Bista Eder. Algunas de estas calles desaparecieron totalmente, otras conservaron su nombre y por último algunas fueron de nueva creación. Eran lugares en cuesta con muchas casas antiguas de madera construidas en espacios sin mucha separación y en las que los efectos de los bombardeos y el fuego fueron devastadores.
San Andrés fue tomada por los sublevados como referencia para disparar sus cañones y, pese a ello, la iglesia apenas sufrió daños. El propio campanario, al ser el espacio edificado más alto de Eibar, sirvió como observatorio del Batallón Amuategui para, ayudados, de prismáticos detectar la presencia de aviones enemigos.
Miembros del Batallón Amuategui provistos de prismáticos para avistar ataques aéreos desde el campanario San Andrés. © Archivo Municipal de Eibar. Autor: Indalecio Ojanguren.
En lugares como la cima del monte Galdaramiño y hasta su caída en el monte Karakate, también se situaban equipos de observación. Los vigilantes avisaban por teléfono al Ayuntamiento y de inmediato un camión recorría sin cesar Eibar con sus sirenas sonando mientras duraba el bombardeo, para advertir a la población que se dirigiese a uno de los dieciséis refugios disponibles, siete de ellos incluso con luz.
La ciudad sufrió dos órdenes de evacuación durante el conflicto armado, la primera el 21 de septiembre de 1936 cuando parecía imparable el avance de los sublevados que ya habían conquistado Elgoibar esa misma jornada, y que los días posteriores consiguieron una posición muy ventajosa en varias cimas que rodean Eibar, como Karakate, Akondia, Kalamua y Arrate. La segunda ocasión fue poco antes de la caída de la ciudad, cuando era evidente la imposibilidad de seguir defendiéndola. Muchas personas debieron coger sus enseres y abandonar sus hogares en el camino a un incierto destino.
El duro exilio. Recogiendo enseres junto a la puerta principal de San Andrés tras el fin de la contienda. © Fototeca Kutxa. Autor: Pascual Marín.
En las horas previas a la caída de Eibar, un grupo incontrolado de defensores agravó la destrucción al quemar varios edificios lanzando fuego desde un carro blindado, que se averió junto a Plaza Barria impidiendo aumentar los daños. El máximo dirigente de los golpistas en el Norte, el general Mola, y el general Solchaga, inspeccionaron el lugar poco después. Solchaga había sido en enero de 1936 el presidente del tribunal que juzgó a 172 eibarreses con ocasión de los hechos de la revolución de 1934 y, por su parte, Mola murió pocos días después de visitar Eibar en un accidente de aviación.
Los generales Mola y Solchaga en la zona de plaza Barria y Calbetón observan los puestos de tiradores en la fachada de San Andrés. Tras ellos se puede ver el carro blindado que intervino en la quema parcial de Eibar. © Fototeca Kutxa. Autor: Pascual Marín.
En 1995 aparecieron en México tres cajas con 165 carretes conteniendo 4.500 fotos de los reporteros de guerra Robert Capa, David Seymour “Chim” y Gerda Taro sobre la guerra civil española, que se habían dado por perdidas en 1939 y eran conocidas como “La maleta mejicana”. En 2007 se clasificaron en Nueva York y se descubrieron imágenes obtenidas por “Chim” en Eibar a finales de enero de 1937 en las que se observan los graves destrozos previos a los ataques finales y el incendio. Habían sido publicadas en la revista francesa Regards el 28 de enero de 1937 y en Weekly Illustrated de Inglaterra el 24 de abril del mismo año y se observa que para ese mes de enero Eibar ya estaba muy dañada.
Inauguración de la placa con el nombre los fallecidos eibarreses en el bando golpista en la fachada de San Andrés en el lugar entonces conocido como plaza de Los Mártires.
Ahora bajaremos por la calle Bidebarrieta atravesando el espacio más castigado durante la guerra por los continuos cañoneos desde los montes cercanos y los bombardeos aéreos.
Imagen principal:
Entorno de la parroquia de San Andrés destrozado al final de la guerra. En la zona superior se observa el cementerio de Urki. © Archivo Municipal de Eibar. Fondo de Obras y Urbanismo. Autor: Indalecio Ojanguren.
Puntos del recorrrido
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